Preparar el «empapado»: mezclar la harina, la sal, el
azúcar y la leche. Añadir la levadura diluida en una
cucharada sopera de agua tibia, luego amasarlo hasa
conseguir una pasta ligera.
Tapar con un paño y dejar fermentar, a temperatura
ambiente, durante 1 hora y media.
Mientras tanto, se recomienda «romper» una o dos
veces la pasta, aplastándola con las manos y luego
doblando los bordes hacia el centro, pues se trata de
favorecer una fermentación homogénea.
Acabado el tiempo de reposo, aplastar ligeramente
pasta con el rodillo. Poner la mantequilla en el centro
Extenderla de forma que cubra más o menos la mitad
de la pasta, a continuación cubrir esta superficie de
mantequilla doblando los bordes no untados hacia el
centro.
Tapar y dejar reposar en el frigorífico durante 30 minutos.
Procédase después del mismo modo que con la pasta
de hojaldre en lo que respecta a las dos primeras vueltas
que hay que dar para doblarla. Para ello, seguir los
consejos explicados en dicha receta.
Tapar y dejar en reposo, durante 2 horas, en el frigorífico.
Volver a dar dos vueltas a la pasta.
Tapar de nuevo y dejar en reposo en el frigorífico
toda la noche.
Dar una última vuelta antes de cortar la pasta a trozos.
Para ello, rebajar la pasta con el rodillo de modo que
forme un rectángulo de 90 cm X 30 cm y unos 3 mm
de espesor.
Dividir este rectángulo en dos partes a lo largo (tendremos
así 2 rectángulos de 90 cm x 15 cm y 3 mm
de espesor).
Cortar cada franja de pasta rectangular en 12 triángulos
de dimensiones iguales (6 cuadrados de 15
cm X 15 cm divididos luego en dos por la diagonal).
Enrollar cada triángulo sobre sí mismo, empezando
por la base, hacia el vértice opuesto.
Dejarlos aumentar de volumen, durante 1 hora, a temperatura
ambiente.
Dorar cada croissant con un pincel empapado de huevo
batido.
Depositar los croissants sobre la bandeja del horno
previamente untada con mantequilla (procédase en
dos veces si es necesario).
Dejar en el horno calentado previamente a 250º durante
5 minutos; luego continuar la cocción durante
10 minutos, en el horno, a una temperatura que se
habrá bajado hasta 200º.
Se recomienda vigilar atentamente el final de la cocciónde los croissants,pues
es fácil que no queden todos hechos al mismo tiempo,
Al igual que
la pasta de hojaldre, la pasta de croissantno es sencilla de hacer,pero el placer de degustar estos maravillosos croissants"caseros»¡bien
merece un pequeño esfuerzo
ver aqui tecnica paso a paso