Templado:
Picar el chocolate y colocarlo en un bol.
Derretirlo a bañomaría, revolviendo hasta llegar a 49° o 50 grados si es oscuro, 48° si es con leche y 46° si es blanco.
Espatular el chocolate sobre una mesada de mármol hasta bajar la temperatura a 28°.
O colocar el bol con el chocolate derretido dentro de otro bol con agua helada.
Pasar el bol con chocolate a un bañomaría caliente, unos segundos, hasta alcanzar los 31°, revolviendo constantemente para
que cambie su textura cremosa por una fluida.
Armado del huevo con la técnica de llenado y vaciado:
Limpiar el molde con un algodón embebido en alcohol.
Dejarlo secar. Verter el chocolate en el molde hasta llenarlo.
Vaciar el molde.
Cuidar que las paredes queden cubiertas haciendo movimientos circulares hasta que comience a secarse.
Si la capa resultó muy delgada, repetir la operación.
Pasar una espátula por los bordes para retirar el excedente de chocolate.
Reservar 10 horas en un lugar fresco y seco.
Repetir con otro molde para obtener la otra mitad del huevo.
Pasadas las 10 horas (como mínimo), desmoldar con cuidado las piezas para que no se partan.
En el interior pueden colocarse confites, sorpresas o pequeños bombones.
Para pegar las dos mitades, cargar una manga de repostería con chocolate derretido y recorrer los bordes de ambas mitades.
Pegarlas entre sí poniéndolas en contacto.
Cubrir con chocolate derretido el cierre de los huevos, para disimularlo.
Y se puede decorar haciendo dibujos de chocolate o con glasé de colores.
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