Para 8 o 10 personas:
(1 manga pastelera provista de
una boquilla acanalada del n.8
o 10)
50 g de almendras ralladas
azúcar glacé
1 huevo para dorar
PETISU
1/4 de litro de leche
10 g de azúcar
120 g de mantequilla y una
chispita más para la bandeja del
horno
5 g de sal
200 g de harina refinada
6 huevos
CREMA PASTELERA DE
CHOCOLATE
50 g de chocolate a la taza o en
crudo
1/2 litro + 10 el de leche
1/2 vaina de vainilla
5 g de sal fina
4 yemas de huevos frescos
150 g de azúcar en polvo
50 g de harina
CREMA CHANTILLY DE
CHOCOLATE
250 g de nata fresca
50 g de cacao en polvo
40 g de azúcar glacé
1 pellizco de azúcar con aroma
a vainilla
Preparar la petisú siguiendo los consejos correspondientes
a esta receta (ver aqui)
Untar con mantequilla, ligeramente, la bandeja del
horno. Formar sobre ella una corona ancha (unos 25
cm de diámetro) de petisú, con la manga pastelera
provista de una boquilla acanalada del n.O8 Ó 10. Para
ello, formar 2 bandas de pasta, una al lado de otra,
luego poner encima una o varias bandas de pasta más
antes de unidas en forma de corona. Doradas con
huevo.
Esparcer por encima las almendras rayadas.
Meter en el horno previamente calentado a 200°, durante
20-25 minutos. A continuación dejar enfriar.
Preparar la crema pastelera de chocolate con las proporciones
que aquí se indican y siguiendo los consejos
que corresponden a dicha receta (ver aqui).
Preparar unas horas antes de la consumición:
Montar la crema Chantilly al chocolate siguiendo los
consejos explicados en la receta correspondiente (pág.
40).
Cortar horizontalmente la corona de petisú ya hecha
y enfriada a temperatura ambiente.
Con una manga pastelera provista de boquilla, adornar
de crema pastelera al chocolate la mitad inferior de
la corona.
Del mismo modo, disponer unas bandas onduladas
de
crema Chantilly al chocolate sobre la crema pastelera
al chocolate.
Colocar sobre este conjunto la mitad superior de la
corona.
Espolvorear con azúcar glacé y servir.
Tanto la crema pastelera al chocolate como la Chantilly hay que ponerlas muy frías en la
manga
pastelera , con objeto de
preservar el bonito aspecto exterior del pastel.